Los Bancos: El Falso Enemigo

Recuerdo que desde niño escuchaba anécdotas de las amistades de mis padres o de algún familiar acerca de lo injustos que son los bancos, de lo difícil que es llegar a un arreglo con ellos, de lo costoso y cansado que es tener un problema con tu cuenta o algún crédito y así como estas historias de terror bancario escuche muchas.

Crecí, Me convertí en adulto, empecé a trabajar, comencé a generar dinero y tuve la necesidad de conocer y utilizar los servicios de los bancos. Inicié abriendo 2 cuentas, una de ahorro y otra para poder manejar mi dinero y gastarlo libremente o solo tenerlo ahí para evitar acumularlo en efectivo.

Tomando en cuenta esas historias terroríficas que había escuchado de niño, decidí estar muy atento a todo lo relacionado con mi dinero guardado en las cuentas y de cómo funcionaban los productos bancarios que estaba utilizando.

La Verdadera Historia

Lo curioso de todo esto es que pasa el tiempo y sigo escuchando a muchos jóvenes y adultos quejándose de algún problema con los bancos. Incluso personas que ya habían padecido problemas así, hasta la fecha siguen tropezando con la misma piedra.

Y no solo estoy hablando del clásico problema de falta o retraso de pago, ese en verdad es un gran inconveniente que no es culpa del banco y que si sucede, la institución cobrara los intereses y recargos pactados en su contrato de servicios. Me refiero también a problemas menores que son provocados por el descuido, la ignorancia o el poco interés que mostramos al utilizar los servicios que los bancos nos ofrecen.

La realidad es que los bancos son un apoyo excelente para el manejo de tu dinero y actualmente ofertan una gran cantidad de servicios los cuales pueden ser muy claramente explicados por sus ejecutivos o en el sitio web del banco.

Productos bancarios como las tarjetas de crédito, las cuentas de débito y los créditos tienen una serie de políticas de funcionamiento y fechas compromiso que, si las conocemos y respetamos de manera puntual, no tendremos inconveniente alguno.

Es de vital importancia que conozcas bien los detalles de cómo funciona tu tarjeta de débito, tu cuenta de nómina o los datos importantes de las tarjetas de crédito que manejas. Esto puede ahorrarte algunos corajes y una buena cantidad de dinero.

Un pensamiento que es necesario eliminar de nuestra mente es que guardar tu dinero en el banco es malo y costoso. Existen cuentas en diversas instituciones las cuales no tienen costo si ocupas tu tarjeta de débito como te lo indican o si mantienes un saldo fijo en la cuenta.

Han pasado ya más de 10 años de esas primeras cuentas que abrí y mi relación con los bancos sigue siendo muy buena, no he tenido problemas y al parecer no los tendré en mucho tiempo.

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