Educación Financiera desde la infancia
Lo que desde temprano se aprende, temprano se aplica
Desde la infancia comienzan a desarrollarse formas de pensar y de actuar que determinarán el tipo de adultos que seremos. Es la etapa ideal para que tanto la familia como las escuelas fomenten buenos hábitos financieros y así educar adultos capaces de decidir racionalmente sobre sus recursos económicos.
El Fondo de las naciones unidas para la infancia (UNICEF) describe la educación financiera como un eje para transformar el mundo desde la niñez, pues tiene como objetivo inspirar a los niños a empoderarse social y económicamente, brindándoles la oportunidad de dotarse de los conocimientos y aptitudes necesarios para convertirse en ciudadanos capaces de transformar sus comunidades y sociedades. Bajo esta idea los beneficios de este eje tienen un impacto individual y social a largo plazo.
Definitivamente desarrollar en los niños el pensamiento critico antes y después de recibir, gastar o administrar su dinero, favorece su madurez y crea hábitos o actitudes que impacta en sus vidas y en la de otros pequeños con quienes ellos conviven.
Pero… ¿Cómo hacerlo?
La UNICEF ha dividido el proceso de aprendizaje en cuatro niveles que se resumen de la siguiente forma:
- 0 a 5 años: El valor del dinero, precios, ahorro y posesiones
- 6 a 9 años: Necesidades y deseos, plan de ahorro, recompensas, reconocimiento de los bancos y servicios financieros.
- 10 a 14 años: Consumidor informado, planificación a corto plazo frente a largo plazo, efectos de la publicidad y consumo.
- 15 años: Capacidades de negociación, poder adquisitivo, tipos de interés.
Brindar a los niños la oportunidad de recibir una educación financiera de forma lúdica, sencilla, paulatina y acorde a su desarrollo, les permitirá ser conscientes de que la toma de decisiones con respecto al dinero es parte de su día a día. De esta manera el posible temor o nerviosismo al tratarse de números no será un problema. Comenzar su relación con el dinero a una edad temprana ayudará a que la hagan parte de su vida.
Es responsabilidad de los padres llevar a cabo esta labor. Pueden empezar cuando sus hijos son muy pequeños con actividades como:
-Explicarles cuales son los billetes y monedas que se utilizan en su país, así como el valor que tienen en relación con la cantidad.
-Enseñarles como se gana el dinero platicándoles sobre la actividad económica que realizan sus familiares y como generan valor a cambio de una recompensa económica.
-Platicar y dar ejemplos sobre los diferentes trabajos que existen así como del emprendimiento y las ventas.
-Invitarlos a emprender un negocio acorde a sus intereses conocimientos y habilidades y cuando hayan generado una ganancia, enseñarles a administrarla.
Es esencial que sepan que lo importante no es cuánto se gana, sino qué se hace con el dinero. Para ello deben entender como controlar y planear sus gastos.
Otra lección importante se puede aprender en algo tan básico y sencillo como la entrega de su mesada o Domingo (En México se le llama así al dinero que algunos niños reciben por parte de sus padres o de algún familiar semanalmente, ya sea por haber tenido un buen comportamiento durante la semana o por simple costumbre cultural). Lo anterior puede ser el comienzo de una buena o mala relación entre los niños y su dinero.
El manejo de la deuda es otro tema en el cual los chicos deben ser guiados adecuadamente. Una de las formas para logarlo es enseñarlos a medir sus impulsos de pedir que se le compre algo antes de recibir su Domingo. Cada vez que el niño pida dinero, tendrá que pagar un 10% de su pago semanal. Es importante que sea el mismo niño quien evalúe sus opciones y tome una decisión sobre aceptar o no ese acuerdo. Así incorporarán el aprendizaje de manera más efectiva.
Finalmente, pueden aprender sobre las diferentes maneras de invertir su dinero. Explicándoles conceptos básicos de inversión y haciendo actividades que impliquen ocupar una parte de su propio dinero para crear algún negocio o comprar, preparar y/o revender un producto. El hecho de ver su dinero multiplicado, será para ellos una motivación hacia el emprendimiento.
Siendo el dinero una herramienta que nos acompañara toda nuestra vida, el conocimiento sobre su manejo y control debe comenzar a ser parte de la educación desde la infancia
Fuente: UNICEF. Educación financiera para la infancia 2013
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